Cuando todo el esfuerzo de días enteros se refleja en un buen resultado, no hay más que alivio y satisfacción de saber que "sí pudimos".
Por otra parte, escuché ayer, que deberíamos poner el mismo empeño y esfuerzo que ponemos en nuestras obligaciones, para disfrutar los esporádicos ratos de tiempo libre.... y encuentro una contradicción involuntaria; cuando termina el deber, asoma inevitablemente el cansancio. Pero supongo que es obligación salir de ese estado, para disfrutar y buscar bienestar,plenitud en pequeños momentos. Después de todo trabajamos para poder vivir pero NO vivimos para trabajar.
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